Encarni bautista

A todas las mujeres:

En 2004 me tocaba la citología de rutina en el hospital. Entrando en consulta ginecológica me dijeron que no me hiciese la citología anual porque se iban a cambiar de consulta y la citología se iba a PERDER. Yo insistí en que me la hicieran, que yo ya me ocuparía si se perdía. Esto fue en febrero de 2004, y en marzo me mandaron carta para que fuera a consulta. Inicialmente tenía la cita para abril para ver el resultado. Me extrañó que me avisaran antes pero fui tan tranquila. El ginecólogo me dijo que tenía una cosa mala, que me quedaba poca vida y que no llegaría a la operación (vamos que me moriría antes de que pudieran operarme). Me quise morir de verdad con ese mazazo. Tuve que esperar 10 días a que me viese el oncólogo (antes no me podía ver). Fueron los 10 días más largos de mi vida.

El oncólogo me dijo que me tenían que operar pronto, y así fue. En la mesa del quirófano me dijo: este cáncer hoy no es nada, dentro de 3 años no tendría salvación. Todo este tiempo sufrí sola o casi. Fue mi pareja quien me acompañó. No se lo conté a mis padres ya que eran muy mayores.

Esta carta quiero que sirva para que las mujeres estemos SIEMPRE pendientes de nuestras revisiones y que seamos luchadoras. Cuando recuerdo lo mal que se portaron al principio el equipo del hospital, y de lo valiente y persistente que fui para que me hicieran la citología, quisiera que fuera un mal sueño. Pero no, fue realidad todo lo contado.

Pienso que nací en el 2004 y no en 1963. Veo la vida de otra manera, mucho más positiva. Por favor, estad pendientes de vuestras revisiones y, sobre todo, luchad.